Por Joanna Vilas Martínez, Farmacéutica col. 3211
La EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal) es una enfermedad de carácter autoinmune, por lo que el tratamiento debe ser individualizado. Cada paciente tiene unos síntomas que difieren de alguna forma con otros pacientes. Y cada paciente responde más o menos mejor al tratamiento. Además, para escoger el tratamiento, se incluyen otros factores como la gravedad y la localización de la patología.
Para escoger el tratamiento, el facultativo estudia cada caso y prescribe un tratamiento acorde con las características y la respuesta del paciente. Por lo que en estos casos, lo mejor es dejarse guiar y mucha paciencia, porque ésta es una enfermedad difícil.
El tratamiento, en general, va a ir fundamentalmente dirigido a reducir la inflamación de un brote existente, y a evitar el desarrollo de futuros brotes. Entonces, actualmente, la terapia existente para estas enfermedades es mediante el uso de antiinflamatorios y el uso de agentes inmunosupresores.
Vamos a ver a continuación los diferentes tipos de medicamentos usados en el tratamiento de la EII para conocerlos un poco mejor.
Antiinflamatorios Tópicos
Los compone el principio activo:
– Mesalazina: Asacol®, Claversal®, Lixacol®, Mezavant®, Pentasa®, Salofalk®
– y Sulfasalazina: Salazopyrina®
Son utilizados en pacientes con EII por su eficacia y su excelente perfil de seguridad.
Actúan como antiinflamatorios tópicos sobre la mucosa.
Las distintas formas de administración (sea oral, supositorios, soluciones o espumas rectales) garantizan que el fármaco llegue al lugar de acción.
Corticoides
Son los agentes antiinflamatorios más utilizados en clínica. Actúan rápidamente produciendo reducción importante de la inflamación y un rápido alivio de los síntomas. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, se administrará vía intravenosa, oral o rectal (con enemas).
Es muy importante conocer que los corticoides son el tratamiento estándar de primera línea por su acción rápida como antiinflamatorio, la efectividad para controlar la enfermedad es superior a la de los antiinflamatorios tópicos, y el inicio de acción es más rápido.
Agentes Inmunosupresores Orales
Lo incluyen varios principios activos:
– Azatioprina: Imurel®, Immunoprin®
– Mercaptopurina: Xaluprine®
– Micofenolato de mofetilo: Cellcept®, Myfenax®
– Metotrexato: Ebetrexat®
– Tacrolimus: Adoport®, Advagraf®, Modigraf®, Prograf®, Tacni®, Tartrime®
– y Ciclosporina: Ciqorin®, Sandimmun®
Estos fármacos actúan inhibiendo el sistema inmune, esto es, mantienen las defensas en límites bajos de activación para que no actúen contra el tracto gastrointestinal.
Agentes Biológicos
Los principios activos son:
– Infliximab: Inflectra®, Remicade®, Remsima®
– Golimumab: Simponi®
– Certolizumab Pegol: Cimzia®
– Adalimumab,: Humira®
– y recientemente introducido, Vedolizumab: Entyvio®
Se denominan agentes biológicos porque consisten en anticuerpos, proteínas semejantes a los anticuerpos humanos.
Precisamente porque son proteínas, deben ir administrados mediante aguja. Actúan como los anteriores, inhibiendo el sistema inmune.
Es muy importante la administración de un agente inmunosupresor (oral o biológico) porque estos fármacos impiden que el sistema inmune ataque al tracto, y entonces se desarrollen nuevos brotes. Es necesario saber que el inmunosupresor mantiene las defensas del paciente bajas, por lo que es más susceptible a inflamaciones y gripes. Si esto pasa, el paciente debe hablar con el médico que lleva su caso, y él le dirá qué medidas tomar.
Probióticos
En las EII se ha encontrado una ligera modificación de la microbiota intestinal por lo que, teóricamente, el uso de probióticos favorece la aparición de bacterias beneficiosas en el intestino. En la práctica, lo mejor es que el facultativo valore la administración de éstos, y guíe al paciente en cuanto a cuándo tomarlos y cómo.
Nota de la autora
Escribo este artículo con la intención de que el paciente conozca qué está tomando, pero en ningún momento quiero guiar a nadie hacia un tipo de terapia u otra. Los facultativos que llevan las terapias son quienes deben prescribir y recomendar hábitos dietéticos.